sábado, 7 de marzo de 2009

Vía blanca de las reinas

Más de 200.000 almas fueron a la Vía Blanca de las reinas

importante Este año se vieron carros más simples. El público mantuvo el entusiasmo de siempre.

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Cuatro jinetes del Apocalipsis -la Peste, la Enfermedad, la Guerra y la Muerte- amenazaron anoche con interrumpir la Vía Blanca. Pero detrás de ellos aparecieron los fantasmas de las anteriores Vendimias, quienes coparon las calles y recuperaron el control del desfile de carros reales. Así, más de 200 mil personas, según datos oficiales, disfrutaron durante casi una hora del paso de las soberanas que dejan su reinado, de las invitadas especiales y de las 17 candidatas al cetro nacional con sus cortes departamentales.

Los carruajes comenzaron su marcha puntualmente a las 22, como estaba previsto. Minutos antes, dos jóvenes realizaron acrobacias aéreas frente al palco de autoridades, montado sobre la vereda contraria a la Secretaría de Turismo. Una de sus protagonistas contó que su personaje se correspondía a una imagen mística encargada de transmitir un mensaje de bienvenida y esperanza.

La apertura oficial llegó de la mano de miembros de la agrupación nacional No más Violencia, quienes desplegaron una enorme bandera sobre el asfalto con esa leyenda.

En ese momento, el público creyó que ya tenía cerca a sus candidatas favoritas a Reina Nacional de la Vendimia, aunque tuvo que aguardar un poco más. Primero fue el paso de la publicidad de la gestión de la Secretaría de Cultura, reflejada en 40 pancartas portadas por mujeres y hombres, y luego la actuación de bailarinas que formaron con sus movimientos una Bandera argentina con telas blancas y celestes.

La actual Reina, Florencia Moreno Tous, y la virreina, Julieta Navarro, fueron las primeras soberanas en aparecer en escena, montadas en un camión con una escenografía muy simple. Lo mismo sucedió con el resto de las bellezas reales que llegaron desde diferentes puntos del país y de la provincia.

En cambio, la escenografía de las aspirantes a la corona nacional fue bastante dispar: se dividió entre los diseños simples y de fácil interpretación y aquellos más suntuosos y abstractos. Entre los primeros estuvo el de Santa Rosa, cuyos responsables utilizaron parte de los materiales de 2008 por problemas de presupuesto. Una representación de cómo se hace el vino a través de unas vides, una cinta transportadora y el producto listo para servir en las mesas.



Los diseños más llamativos

Uno de los más vistosos representó a Tunuyán, con la figura de enormes caballos blancos encabezando el carromato en alusión al Bicentenario de la Patria. Además se intentó reflejar el desarrollo del pueblo por medio de la vitivinicultura, historia contada por una mujer: la reina Rocío Martín.

Malargüe también se lució por la preparación del entorno de su soberana. Detrás de la joven se levantó una especie de montaña, que en realidad hace referencia a los volcanes de La Payunia. El cuadro fue integrado con simbología del vino y la paleontología del departamento.

No todos emplearon la música folclórica para entretener a mendocinos y turistas. Como el año pasado, la representante de Capital y anfitriona de los festejos, María Alicia De Lucia, ingresó con música bolichera, lo que se escuchó en la mayoría de los carros en las horas previas.

Desde Godoy Cruz quisieron innovar y marcaron la diferencia apelando al tango, tanto en música como en baile. Incluso, buscaron una estética desacartonada, relacionada con la milonga y el arrabal, colocando a una pareja de muñecos obesos -tipo caricaturas- dando pasos del 2x4. También se utilizó la picardía y el guiño con el público al mostrarla a ella con un escote muy pronunciado y a él mirándola de reojo.

La reina de Tupungato, Yamila López, fue la última belleza del recorrido vendimial, cerca de las 23.

Inmediatamente después del desfile aparecieron los camiones de limpieza de la Municipalidad de Capital para dejar todo listo para el Carrusel de hoy.

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